Luego del éxito de su primer trabajo discográfico ‘Llano en blanco y negro’, esta pianista colombiana ha seguido ampliando sus horizontes en el jazz, la música clásica y en la fusión de diferentes géneros musicales. De esta búsqueda nació ‘Mestizo’, un concierto que se podrá disfrutar en vivo el 30 de julio, a las 7:30 p.m. Entradas disponibles en TuBoleta. 

Laura Lambuley hace que el piano parezca el más llanero de los instrumentos y le da a la música de la Orinoquía un nuevo sonido cuando toma en sus manos un joropo, una quirpa o un quitapesares, sin quitarle sus raíces.

Muchos atribuyen su genialidad a que, desde muy niña, ha estado rodeada por músicos. A muy temprana edad se sumergió en el estudio y la práctica de diversos sonidos de regiones colombianas, de la manera en que lo dicta la tradición: a través de la vivencia del baile, de los parrandos, de la reunión festiva en la que los músicos criollos y urbanos muestran con generosidad su manera de tocar.

A la espontaneidad de su vida, le sumó de joven estudios formales de piano y, luego de madurar y apropiar diversos lenguajes del inmenso repertorio pianístico, abordó una nueva etapa de consolidación de lo que ella misma llama una relación balanceada y confluente entre la música y el instrumento.

Ganó la beca ‘Jóvenes Talentos 2009’ del ICETEX, con la cual adelantó estudios de Jazz en Nueva York, así como también una invitación hecha por el Banco de la República, para realizar una gira de conciertos por diferentes ciudades de Colombia. Además, ha compartido escenario con importantes músicos como Edmar Castañeda, Aquiles Báez, Samuel Torres, Rodner Padilla, John Benítez, Robert Quintero, y ha colaborado con agrupaciones como el emblemático Ensamble Gurrufío de Venezuela y la Orquesta Filarmónica de Praga.

Laura Lambuley Project conformado por Rodner Padilla, bajo; Henry Linarez, cuatro, y Juan Ernesto Laya, maracas, llega a Colombia con su propio sonido mediante arreglos y composiciones que, además de caracterizarse por su originalidad y riqueza expresiva, incluyen espacios para que tanto Laura como cada uno de los músicos que la acompañan presenten su virtuosismo y genialidad.

Un repertorio mestizo en el Colón

Después de salir de Colombia hacia Estados Unidos y haber experimentado su tradición y raíces busca encontrarse con el jazz. En su vida surgen temas más dinámicos con la improvisación y otros formatos como la unión del piano y la orquesta, el dueto y la experimentación junto a otros grandes de la música. 

De allí nace A Song for Simon (Una canción para Simón), una composición de Laura Lambuley y su esposo Carlos López cuando su segundo hijo cumplía 3 años. Ese día, ella recuerda que salió una noticia de la guerra en Siria. Por eso, es una canción que tiene un trasfondo de amor y también expresa la dualidad en que vive el mundo, los niños, sobre todo. Fue escrita para piano, pero decidió con su esposo hacerlo para orquesta. La grabaron, inicialmente, con la Orquesta de Praga.  

Su amistad y cercanía al trabajo del compositor y arpista Edmar Castañeda la llevó a realizar el arreglo de ‘Sonrisas’ y ‘Madrugada azul’, dos canciones que llevaba años tocando y que no habían salido de su cabeza. La primera terminó convertida en una pieza creada para dueto entre piano y arpa, y la segunda, un suave merengue venezolano que Castañeda le escribió a su esposa. 

Estreno de Pandemic (Pandemia)

Los momentos de silencio que ha traído consigo la crisis mundial, llevó a Laura Laumbuley a componer una obra dedicada a las personas y familias afectadas, “Es mi forma de orar y acompañar el viaje de los que se fueron y de abrazar a los que siguen. Sé que muchos nos levantamos cada día, con ganas de acabar con la muerte injusta y el hambre innecesaria, con ganas de superar las dificultades y con la esperanza de que, en medio de la crisis, entre todos, podremos darle la vuelta a este momento”, esta es la manera cómo la pianista narra lo que para ella es, en tres composiciones, ‘La noticia’, ‘La despedida’ y ‘Esperanza’.