El Centro Nacional de las Artes, presente en el Festival de Jazz en Mompox 2024

· Cimarrón
(Llanos Orientales, Colombia)

Cimarrón es considerada por la revista Forbes como “la banda que lleva la música del Orinoco a todo el mundo”. Su líder, la cantadora Ana Veydó, fue declarada por el New York Times como “la artista que pone a prueba los límites del joropo”. Esta banda nominada a los Grammy Anglo y Grammy Latinos presenta al mundo una mezcla extraordinaria de sus raíces indígenas y africanas, con el canto étnico crudo y profundo de una mujer, una increíble danza zapateada y todo el virtuosismo instrumental de las cuerdas y percusiones en manos de jóvenes instrumentistas.

El joropo de Cimarrón vuelve a la raíz más profunda con una visión futurista, a través de enérgicas interpretaciones de arpa, cuatro, tiple y bandola, maracas, cajón afroperuano, surdo brasilero, manguaré amazónico, tambora afrocolombiana, una antigua ocarina indígena del Orinoco y todo el poder del zapateo que resuena en las fiestas campesinas de los Llanos de Colombia y Venezuela.

Cimarrón hizo historia al ser la primera y única banda de música tradicional colombiana nominada a los Grammy Anglo en la categoría de Mejor Álbum de Música Tradicional del Mundo (2005). También, entre otros reconocimientos, se convirtieron en la primera banda colombiana en ganar los Songlines Music Awards del Reino Unido como Mejor Grupo, una categoría históricamente reservada para artistas africanos y europeos del circuito global music. Este triunfo vino después de un concierto en la sala Maida Vale de la BBC de Londres (escenario de los Beatles, Bing Crosby, Coldplay, Adele) y una gira por escenarios británicos junto a la arpista clásica galesa Catrin Finch.

· Matachindé
(Buenaventura, Valle del Cauca)
El grupo folclórico Matachindé nació en el año 2010 bajo la dirección de las sociólogas, docentes y folcloristas Jisela Angulo Aramburo y Jessica Angulo Aramburo, con el ánimo de evidenciar, fortalecer y enriquecer la música tradicional existente en el rio Yurumanguí y en el Pacífico sur colombiano en general.
El nombre de la agrupación hace honor a una de las celebraciones culturales más representativa del rio Yurumanguí, la fiesta de los manacillos: una celebración que contiene una fuerte herencia africana que se entremezclan con elementos de la fe católica. En esta, los matachines o Matachindé, representantes espirituales que se visten de muchos colories y texturas para dar vida a esta celebración.
La agrupación ha participado en eventos folclóricos y culturales a nivel local, regional y nacional. En el año 2022 fue ganador del segundo lugar en el festival Petronio Álvarez. Y en el año 2023, en este mismo festival, obtuvo el primer lugar en la modalidad de cantos tradicionales y música de marimba.

· Acrosalsa
(Cali, Valle del Cauca)
Creada en la ciudad de Cali en el año 1999, bajo la dirección del bicampeón mundial de salsa y licenciado en Artes Escénicas, Carlos Alberto Estacio, esta escuela de baile cuenta con un plantel de artistas de 100 bailarines en formación y 50 en su grupo representativo. Sus integrantes han viajado por Latinoamérica y Norteamérica representando a Colombia en diferentes festivales y congresos de salsa, entre ellos el Festival Nacional Salsa Ladies y el Festival Nacional Salsa Hombres.
Entre sus logros en competencias, la escuela ha realizado dos obras escénicas de danza que se han presentado en los teatros de Cali: “Resiliencia de un Baile llamado Salsa” y “el Visaje”. Tambi´ha participado en las diferentes versiones del Salsódromo, el emblemático evento con el que se da apertura a la feria de Cali. Entre los procesos de investigación más relevantes, tiene la codificación de los pasos y figuras del estilo de baile caleño.

· Harmony´s Brass Band
(Porto Novo, Benín)
Dirigida por Florentin KOUDJOU (trombón), Harmony’s Brass Band está formada por seis jóvenes y dinámicos músicos de Benín. Desde 2016 han actuado en diversos festivales y escenarios europeos. Su música, fuertemente influenciada por el jazz y la música tradicional beninesa, forma una alquimia perfecta y armoniosa entre metales, percusión tradicional beninesa y percusión moderna.
Su repertorio oscila entre tradición y modernidad: mientras que los cantos y las percusiones se amalgaman sobre ritmos tradicionales de África occidental, la armonía de los metales remite a las bandas de vientos de Nueva Orleans. Fusión, complejidad y energía desbordante son las cualidades que encontramos tanto en su interpretación de los sonidos de Benín, como en las composiciones originales. Esta pasión, este deseo urgente de “darlo todo” hace que sea un placer ver y escuchar sus presentaciones.