Woyzeck, escrita originalmente por George Büchner en 1836, vuelve al Teatro Colón de Bogotá en la versión del director Jimmy Rangel y protagonizada por Carolina Cuervo y Felipe Botero. Un espectáculo arriesgado y contemporáneo que presenta el drama del soldado Franz Woyzeck, quien es sometido a múltiples experimentos. Su historia se enmarca en un mundo fragmentado, sacudido por la guerra. Este es un espectáculo que habla sobre lo fragilidad del alma humana, sobre la explotación y la locura.  

 Producida por el Teatro Colón, esta versión cuenta con un enrevesado montaje que integra actuación, danza contemporánea y música en vivo, entre un impactante escenario que usa el agua como metáfora. Aquel elemento que es capaz de ahogar a los personajes, de inundar sus cabezas, de limpiar los males. Entre agua o elevados en el aire, en un juego constante de apariciones y desapariciones, aguantando la respiración, bailando complejas coreografías… así vemos a los personajes, bajo una azarosa carga dramática, en constante evolución.   

Esta versión reescrita entre Matías Maldonado y Jimmy Rangel, es un frenético viaje entre la obra de Büchner, Shakespeare y García Lorca. La dirección de arte está a cargo de Laura Villegas y la composición musical de Juan Cataño.  

Según Jimmy Rangel, esta obra habla de la complejidad de la condición humana, la tiranía, la presión social, la salud mental, la búsqueda de libertad. “La locura no es el lugar de lo desconocido, es más bien donde nos encontramos. Para esta versión del espectáculo: Woyzeck empieza a perderse en la locura cuando ve todo con extrema claridad, cuando reconoce que ha sido engañando, que está en la mitad de un experimento médico y que la sociedad está inmersa en una guerra lamentable”, explica el director.   

Para Felipe Botero, quien interpreta a ese soldado aturdido, “oír hablar a Woyzeck es oír hablar al hombre común y corriente, de a pie, que tiene clarísimo porqué se levantan cada mañana, pero en algún momento del día alguien les da la posibilidad de hablar de su mundo. En ese sentido, las frases de Woyzeck parecen inconexas, pero como bien dice, hay demasiadas ideas en su cabeza, están sucediendo demasiadas cosas, quiere comprenderse a sí mismo más, pero no encuentra réplica en sus iguales y es uno de los dramas de la historia, está muy solo”.   

María es la madre del hijo de Woyzeck, a quien engaña con otro hombre. Es interpretada por la actriz Carolina Cuervo, para quien más allá del arquetipo que la enmarca como manipuladora y maliciosa, al igual que Woyzeck, María padece el contexto social que la rodea. “Es una mujer que traiciona a un hombre, pero que como mujer es cíclica, creadora y destructora, por eso no me gusta verla en un solo sentido, puede transitar distintos arquetipos de lo femenino, ella también tiene un dolor y tiene hambre y necesidades. Es torpe, hasta cruel, es completamente humana”.  

Felipe Botero, Carolina Cuervo, Patricia Tamayo, Erick Rodríguez, Luisa Vargas y Nicolás Cancino; los bailarines Melissa Álvarez, Gina Collazos, Cristián Cárdenas y Cristian Peña; la cantante Juanita Delgado y el cantante Justin Vahala: ellos son los encargados de transmitir al público esta titánica historia. Las y los intérpretes además de ser destacados artistas en el medio, también hacen un aporte dentro de la obra con sus trabajos de investigación dirigidos a entender la acción, el espacio, la palabra, la voz, el cuerpo en escena. 

Basada en hechos reales: Johann Christian Woyzeck, un soldado afectado por las consecuencias de la guerra, burlado por sus compañeros, mata a la madre de su hijo. En el juicio que duró tres años se advirtió que el acusado sufría de “locura periódica” y esta fue una de las primeras veces que se intentó usar un diagnóstico de salud mental en la defensa de un acusado. En el texto de Büchner, además se incluye a un doctor que utiliza a Woyzeck como parte de un experimento científico; y es la primera obra de teatro escrita en alemán que integró a miembros de la clase trabajadora como protagonistas.